martes, 22 de enero de 2008

12º-13º día THYANBOCHE-PERICHE ( 4200 mts ) 4 hrs



La meta se va acercando pero aún queda lo más duro. He sentido abandonar este mágico lugar, pero he de pasar nuevamente a la vuelta. Comienza el descenso entre rododendros hasta llegar al río. A partir de este punto y hasta llegar al Everest todo serán subidas. Subo lentamente. La vegetación comienza a desaparecer. La decoración ha cambiado como por arte de magia. Los tonos grisáceos de las rocas han sustituido al amplio colorido verde de la naturaleza. El viento sopla con fuerza y trae el frío de las cumbres. Ya diviso en una gran planicie un grupo de casas construidas en piedra. Es una única calle. El humo de las chimeneas y las banderas de oración se orientan en la misma dirección que ordena el viento.Tengo que pasar un día entero de aclimatación.Me acerco a un centro de información sobre el mal de altura, donde me dan una serie de consejos a seguir, para evitar esta mortal enfermedad. Si no se toman las debidas precauciones como beber mucho líquido, más de 5 litros al día, caminar sin prisas, descansar lo que sea necesario y descender inmediatamente nada más que comiencen los primeros síntomas como el dolor de cabeza o la retención continuada de orina. Quisiera no padecer ninguno de estos síntomas.Las últimas horas del día las paso junto a una estufa, que la encargada del lodge, va alimentando con bostas ( boñigas ) de yak, que una vez secadas al sol, producen muchísimo calor cuando se prende fuego. Fuera corre un viento gélido. La tenue luz de un candil me hace soñar despierto.

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